Lemna es un género de plantas acuáticas de libre flotación perteneciente a la familia Araceae, que incluye las conocidas lentejas de agua. Aunque se ha propuesto clasificar estas plantas en una familia separada, las Lemnaceae, el Grupo para la Filogenia de las Angiospermas APG II las considera parte de las Araceae.
Las lentejas de agua flotan libremente en la superficie del agua y suelen tener hasta cuatro frondes cohesionadas. Estas frondes son membranáceas y pueden variar en forma de elíptica a lineal, con longitudes de 1 a 5 mm y anchos de 0.5 a 3 mm. Tienen un ápice redondeado, 1 a 3 nervios y pueden presentar de 1 a 3 pápulas. La planta tiene una raíz y puede tener una vaina lisa o alada.
La Lemna tiene un contenido de fibra de entre el 8% y el 10%, y con el manejo adecuado del fertilizante, su contenido proteico puede aumentar hasta un 45%. Esto hace que la lenteja de agua sea un excelente suplemento alimenticio, particularmente en la acuicultura.
Las Lemna sp en estado fresco se han utilizado exitosamente para sustituir hasta el 50% de las proteínas provenientes de alimentos convencionales, como la harina de pescado y la harina de soya, en la formulación de alimentos para peces. Por ejemplo:
Caso del Lago de Maracaibo (Venezuela)
En 2004, se observó un crecimiento excesivo de Lemna en el Lago de Maracaibo, que llegó a cubrir aproximadamente el 15% de su superficie total. Esta explosión demográfica se atribuye al uso de fertilizantes en las tierras adyacentes, que alimentan el crecimiento de la planta. Este problema se ha ido intensificando, con más de 136,000 hectáreas de Lemna documentadas en observaciones recientes.
Lemna minor, la especie más conocida de lenteja de agua, tiene hojas flotantes oblongas con tres nervios destacados. Crece rápidamente y es prácticamente cosmopolita. Sin embargo, su capacidad de crecimiento puede resultar dañina en ecosistemas acuáticos.
El género Lemna fue descrito por Carlos Linnaeus en 1753. La especie tipo es Lemna minor.
Lemna es un género fascinante de plantas acuáticas que no solo juega un papel importante en la ecología de los ecosistemas acuáticos, sino que también ofrece aplicaciones prácticas en la alimentación de peces. Sin embargo, su potencial para causar eutrofización debe ser monitoreado cuidadosamente para evitar daños en los hábitats naturales.